- La gestión de proyectos y la gestion de programas pueden parecer un concepto idéntico, pero es importante destacar que existen diferencias entre ellos. Estas diferencias son claves para acometer una adecuada gestión de equipos y los roles de los perfiles de gestor de proyectos o de programas. Comencemos diferenciando uno de otro término:Diferencias entre proyecto y programaCuando un proyecto es de gran envergadura y está compuesto por otros proyectos más pequeños e interdependientes, se convierte en un programa. La gestión de un programa puede llegar a ser complicada de llevar por una sola persona, por lo que es recomendable delegar los proyectos más pequeños incluidos en él a otras personas.En la gestión de programas algunas de las funciones a llevar a cabo son la planificación de los objetivos y su ejecución, la gestión de las acciones a llevar a cabo y el aporte de informes sobre la ejecución de la totalidad del programa.Por el contrario, los proyectos son encargos temporales limitados en cuanto a costes, plazo de ejecución y recursos destinados a ellos.De modo más concreto, un programa se centra en la meta global y final, mientras que un proyecto ha de cumplir un solo objetivo. El programa culminaría cuando cada uno de los proyectos se hubiese llevado a cabo con éxito de la forma planificada.¿Qué competencias requieren estos roles?El gestor de programa lidera este de forma global, marcando los objetivos a conseguir y "visionando" cómo afectarán a la empresa las metas conseguidas; definirá los proyectos incluidos en él y que deben cumplirse para alcanzar el objetivo principal.Resumiendo, el gestor de programa se centra en la estrategia y su ejecución, delegando los proyectos de forma eficiente y responsable y en la búsqueda de beneficios a largo plazo de todo el programa y no un único proyecto incluido en él.
En cuanto al gestor de proyectos, este es el encargado de las operaciones individuales de un proyecto incluido en un programa. Dicho rol coordina las funciones necesarias para llevar a cabo el proyecto según las directrices recibidas por parte del gestor de programas: tiempo de ejecución, presupuesto asignado y recursos disponibles. Además, delega en las personas que forman parte de su equipo las acciones necesarias para culminar el proyecto y entrega informes periódicos sobre sus avances al gestor de programas.
La forma de trabajar de un gestor de proyectos es más táctica que la de un gestor de programas (que se enfoca más en lo global que en lo "pequeño"), ya que se centra más en los elementos operativos. Su labor finaliza cuando el proyecto está terminado, aunque el gestor de programas revisará cada uno de los procesos llevados a cabo para medir y analizar qué acciones funcionaron y cuáles no.