Con los métodos actuales de trabajo en las empresas, conocer los métodos adecuados de la gestión de proyectos y la gestión de equipos te ayudará a despuntar y obtener mucho más de los trabajadores que tienes a tu cargo. La colaboración es la clave y conseguir un buen clima en la oficina, que facilite el trabajo en equipo, es un paso fundamental para obtener buenos resultados.

1. Para llevar la gestión de un proyecto, se busca que el jefe consiga desarrollar actividades directivas horizontales. Cuando te pones al frente de un grupo de personas es fundamental saber que, además, intervendrán otros actores en este proyecto, como los patrocinadores y todos aquellos que se verán afectados por el resultado del trabajo. Facilitar la comunicación, para que fluya entre todos los implicados en el proyecto; y convertirse en uno más del equipo, sin perder de vista el rol a desempeñar por cada uno son buenas pruebas de que, como jefe de proyecto, estás desarrollando un trabajo adecuado.

2. También conviene promocionar el buen clima de trabajo y, para ello, el primero que debe mostrar buen humor eres tú. De nada sirven las malas caras y broncas continuas si quieres sacar lo mejor de los trabajadores. Si te enfrentas a un cambio en el proyecto, tanto por causas ajenas como por un giro inesperado, debes aprender a sonreír y retomar el trabajo con buena cara.

3. Otro de los puntos que los equipos de trabajo valoran positivamente en el jefe de proyectos es que este sepa inspirarles. Has de conocer a cada uno de los miembros de tu equipo y conseguir motivarles. Cada uno de ellos se moverá por una meta distinta y necesitará que le apoyes de maneras diferentes. Descubre quién necesita qué en cada momento.

4. Los clientes son actores esenciales en el proyecto (de hecho, sin ellos no existiría). Conoce y descubre sus necesidades particulares, incluso antes de que el proyecto eche a andar. Y es que, si conocemos sus expectativas, podremos cumplirlas de manera precisa y hacer más eficiente nuestro trabajo y el de nuestro equipo. La satisfacción con el resultado final tendrá mucho que ver con el trabajo desarrollado en este aspecto.5. Por último –pero no por ello menos importante– debes mejorar de forma continua tus habilidades sociales: prestar atención a las necesidades de los clientes y del equipo, crear empatía entre los distintos miembros, comunicar de manera abierta y crear un ambiente de trabajo que facilite la comunicación fluida entre todos los actores del proyecto.

Conocer a nuestro equipo y nuestros clientes y hacerles sentir que pueden confiar en nosotros son, en definitiva, las principales cualidades a tener en cuenta para ser el mejor jefe de proyecto.

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