Incluso en el técnico mundo de la dirección de proyectos hay tendencias actuales y conceptos populares, a menudo recién llegados. Al otro lado, algunos problemas, competencias o áreas de la gestión de proyectos quedan relegadas a un segundo plano, si no son ignoradas por completo. Aquí están los candidatos de ITM Platform que, perteneciendo a esa segunda fila, vale la pena discutir más a menudo
1. Evaluación de proyectos
La evaluación de proyectos debería ser una consideración metódica y sin sesgos de tus proyectos, tanto los completados como los que están en marcha. La evaluación de los proyectos tras su conclusion, además, complete el proceso de gestión del proyecto tras su entrega, proporciona información sobre la efectividad, eficiencia, relevancia, y otros factores críticos. Simplificando un poco, se pueden identificar dos fases:
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Con carácter inmediato, la evaluación procura aislar momentos de aprendizaje y transformarlos en lecciones que se pueden aplicar a proyectos futuros. Una vez aplicadas, esas lecciones se pueden considerar aprendidas.
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Una revisión a largo plazo determina si, a la luz de la experiencia acumulada, se deberían realizar ajustes relacionados con elementos de largo alcance, como los procedimientos y las técnicas de gestión de la organización.
2. Gestión de la Integración de Proyectos
El objetivo de la Gestión de la Integración de Proyectos (Project Integration Management, en inglés), es coordinar los distintos componentes y fases del proyecto. Retrotrayendo desde la actividad de integración hacia la mentalidad del gestor de proyectos, es necesario que la persona sea capaz de tener en cuenta, al mismo tiempo, factores tan distintos como la calidad del proyecto, la ejecución, el control de cambios, etcétera, en aras de mantener el equilibrio necesario entre tiempo, coste y calidad.
El fruto de la integración de los proyectos es una coordinación de los distintos componentes del proyecto con los aspectos de negocio de la organización. Para ello, es importante poner en marcha sistemas de planificación y control que presidan la selección de proyectos y la coordinación de actividades en las otras ocho áreas de conocimiento. Por supuesto, la integración también debe extenderse a todos los componentes de la organización que están involucrados en el proyecto, más allá de los stakeholders más inmediatos.
3. Técnicas y herramientas de gestión
El objetivo de usar técnicas y herramientas de gestión es optimizar las actividades específicas en el desarrollo de un sistema. Aunque se pone mucha atención en la selección de herramientas de planificación, algunas áreas que se descuidan a menudo desde este punto de vista son las siguientes:
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Gestión del crecimiento. Más allá de la adopción de métricas que permitan prever y medir el crecimiento de una organización, es fundamental contar con herramientas escalables que acompañen a una organización cuando atraviesa una situación de cambio de estado y de transición entre distintos momentos de madurez. Por combinar la facilidad de uso con lo completo de sus prestaciones, ITM Platform está diseñado específicamente para apoyar estos procesos.
Using Project management tools such as ITM Platform will help automate management processes and make your company more efficient.
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El desarrollo del talento debería ir más allá de la medición y la remuneración por objetivos, procurando introducir un bucle de aprendizaje entre el rendimiento de los proyectos y el desempeño laboral de los miembros del equipo.
4. Orientación al usuario final
Aunque este sea el enfoque fundamental de la filosofía ágil, ponerse en el lugar del usuario final es una forma de empatía que siempre falta y sobre la que hay pocas opciones formativas. Estas son algunas de las estrategias que demuestran orientación al cliente:
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Trabajar en modo startup más allá de la fase inicial de creación de una organización: la orientación del negocio es responder a lo que está buscando el cliente.
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Responder con rapidez las quejas y preguntas del cliente.
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Ser respetuosos con los problemas que tenga la comunidad de usuarios.
5. Creatividad
De un modo u otro, la creatividad es una competencia esencial para todo director de proyectos. En comparación con las operaciones, donde las situaciones son regulares y han sido normalizadas, cada proyecto es un mundo.
Ahora bien, la creatividad en gestión de proyectos no es un deseo explícito de ser original o de apostar por lo inédito. Se trata, sencillamente, de la capacidad de identificar lo que debería ocurrir ante una situación nueva.
Los directores de proyecto deben ser sensatos al echar mano de sus experiencias pasadas y de las experiencias de sus colegas para poder diseñar, combinando elementos de proyectos y experiencias distintas, una solución que sea aplicable al contexto actual. Eso es la gestión de proyectos creativa.
6. Formación y desarrollo
Al emplear sus competencias de coaching, los supervisores evalúan las necesidades formativas y de desarrollo profesional de los miembros del equipo con el objetivo de ofrecerles oportunidades de mejora, tales como nuevas experiencias que les permitan desarrollar nuevas competencias. Aunque la certificación en gestión de proyectos es una meta reconocida, a menudo es importante ser capaces de identificar objetivos formativos y de experiencia intermedios.