Todas las organizaciones tienen problemas en algún momento de su vida. La evolución de las organizaciones conlleva cambios y retos que deben abordarse para ajustar la estructura, procedimientos, e incluso la cultura, a la realidad de cada momento. Abordar la gestión por proyectos, implantar una oficina de proyectos, realizar proyectos de transformación organizacional, son todos retos muy importantes y significativos que requieren de una voluntad colectiva, del apoyo de la dirección y de una buena dosis de comunicación.
Estos procesos de transformación no se pueden abordar con el sólo esfuerzo de un individuo. La simple voluntad personal no consigue cambiar las organizaciones, es necesario conjugar un conjunto de voluntades, de intereses y actitudes para que el cambio pueda ser llevado a buen término. Si uno se enfrenta a un proceso de cambio organizativo, es conveniente seguir una serie de pasos que han demostrado su eficacia en este tipo de procesos. Una buena referencia son los 8 pasos que plantea Jonh Kotter en su libro “Leading Change”, que podemos resumir brevemente como:
- Crear un sentido de urgencia: Para que los cambios sean un éxito tienen que venir respaldados por toda la empresa. Para conseguir ese respaldo y la motivación necesaria es importante crear un sentido de urgencia sobre la necesidad de cambio.
- Crear una coalición poderosa: Trabaja para conseguir el apoyo necesario para el cambio, creando una coalición con gente motivada en tus propuestas que te ayuden a convencer a la gente de que el cambio es necesario.
- Crear una visión para el cambio: Dibuja una visión comprensible que ayude a explicar todo el esfuerzo requerido y las iniciativas estratégicas para lograr alcanzar esa visión. Sólo si se comprende se podrá apoyar el cambio.
- Comunicar esa visión: Difunde esta visión y consigue rodearte de gente que apoye en el cambio y que entiendan la urgencia de implementarlo actuando en consecuencia. Se debe comunicar y dar ejemplo de que realmente se cree en el cambio.
- Eliminar obstáculos: Reduce los obstáculos mediante la modificación de los procedimientos, estructuras y creencias que limitan o hacen peligrar el cambio. Recompensa a los que asumen el cambio con rapidez y convicción.
- Conseguir triunfos a corto plazo: Produce, evalúa y celebra los logros que se vayan alcanzando y su correlación con los resultados. Nada motiva más que el éxito, sobre todo si este se produce al principio del proyecto.
- Construir sobre el mismo camino: Muchos proyectos de cambio fracasan porque se declara la victoria muy rápidamente. Es necesario evaluar el cambio durante el mismo, y sólo considerar que se ha producido cuando realmente se ha desarrollado un nuevo hábito en la organización.
- Anclar el cambio en la cultura de la empresa: Para que cualquier cambio perdure en la organización, debe incorporarse al núcleo de ésta y debe estar reflejado en sus principios estratégicos, en los procedimientos operativos, en su cultura.
Recuerda: nunca intentes realizar un cambio organizativo con un esfuerzo individual, busca apoyos, crea un ambiente idóneo y persiste en el camino.