Proverbio danés.
Vivimos en un mundo lleno de acrónimos, conceptos, tecnologías y dispositivos que cambian rápidamente. Lo que creíamos conocer desaparece y rápidamente es reemplazado por un nuevo modelo, un nuevo paradigma o un nuevo concepto que debemos aprender. En este constante devenir nos cuesta reconocer que no conocemos un nuevo término, una nueva idea o unas nuevas siglas.
Cuando uno domina una materia se olvida con rapidez de que alguna vez fue un ignorante. Nadie nació sabiendo, todos hemos tenido que aprender, desde niños hemos aprendido a andar, a hablar, a pensar. Pero todo este proceso se nos ha olvidado, ya no recordamos cuando no sabíamos algo, parece como si siempre hubiera estado ahí ese conocimiento. Nos convertimos en inconscientemente competentes.
Ya decía Sócrates que “Sólo sé que no sé nada”, siendo este el primer principio de la sabiduría. Reconocer nuestra ignorancia es el primer paso para el aprendizaje. Preguntar el significado de un nuevo término, preguntar que significa un nuevo concepto o para que sirve una nueva idea es el medio para aprender.
En la gestión de proyectos -ámbito que ha sido bastante estable durante algún tiempo- ha aparecido una nueva corriente de metodologías y modelos denominados ágiles que traen todo un nuevo conjunto de términos, expresiones e ideas que -reconozcámoslo- tenemos que aprender. Algunos ya llevan tiempo en trabajando con éxito con estos modelos, si bien es ahora cuando se están extendiendo en todo tipo de organizaciones.
No nos avergoncemos por preguntar y en reconocer que no sabemos. Esta es la única forma en la que podremos aprender realmente. Si alguien nos habla de Kanban, Scrum, WIP, Sprint o Product Backlog y no sabemos que significa, preguntemos sin rubor. Todos estos nuevos conceptos esconden grandes posibilidades para la gestión de proyectos y no debemos perder la oportunidad de aprender sobre ellos, ya que de su conocimiento podrá surgir el aprovechamiento de esta nueva forma de hacer las cosas.
Seamos valientes y adentrémonos en terreno desconocido. Salgamos de nuestra zona de confort y no temamos en preguntar a quienes ya han recorrido parte del camino. Recordemos siempre que a quien teme preguntar, le avergüenza aprender.