Con más de un millón y medio de nuevos profesionales en los próximos tres años, muchas cosas están cambiando en el sector.
Hay muchos factores que están produciendo cambios importantes en la gestión de proyectos. Para empezar, la comunidad de expertos en gestión de proyectos hace mucho tiempo que dejó de ser un nicho altamente especializado de ingenieros: cada vez más profesionales relacionados con campos tan distintos como el márketing, la traducción, el desarrollo de productos y servicios o incluso las finanzas tienen títulos o responsabilidades relacionadas con la gestión de proyectos.
Por supuesto, eso hace que las prácticas estén cambiando en muchas direcciones. Te destacamos cinco que serán fundamentales durante este año.
- La gestión de proyectos en situaciones extremas
Brexit, Siria, cambio climático, Trump. Es sólo un resumen rápido de las dificultades políticas que están poniendo a prueba la economía global… y con ellas a todas las empresas con proyección internacional.
Ante esta coyuntura, es fundamental contar con herramientas que permitan hacer frente a imprevistos y reaccionar con prontitud ante las amenazas. La evaluación de las inversiones y la valoración de riesgos cobrarán una importancia cada vez mayor, desplazándose desde las estrategias de internacionalización hacia el espacio de dimensionamiento de los proyectos y sus impactos.
- Valor estratégico, no sólo táctico
Los proyectos han dejado de ser cajones estancos que pueden planificarse y desarrollarse en el vacío. El hábitat de un proyecto y la integración de las responsabilidades del gestor en la estrategia global de la empresa son la medida de la credibilidad, tanto externa como interna, al desarrollar proyectos. Por eso, las competencias transversales, la capacidad de escuchar y de ir más allá de los procesos predeterminados son cada vez más valoradas.
- Metodologías combinadas
Especialmente en empresas con modelos de negocio que no se dedican exclusivamente al desarrollo de software o a proyectos de ingeniería previsibles, como la construcción o las infraestructuras, cada vez está ganando mayor aceptación la combinación de metodologías ágiles y predictivas para abarcar las distintas fases operativas de una organización.
En el sector financiero, por ejemplo, muchos equipos ya emplean una estructura metodológica de sándwich para enfrentarse a un nuevo producto crediticio.
- Panel kanban para cubrir las fases de investigación de mercado, identificación de barreras, nicho, etc. El objetivo de esta primera fase es construir el conocimiento suficiente para definir las características esenciales del producto.
- Cuando está perfilado el producto, ya se pueden introducir pautas predictivas que permitan convertirlo en una realidad. Un diagrama de Gantt sigue estando muy bien valorado para desarrollar el producto con unas fechas fijas.
- Finalmente, las fases de desarrollo de negocio y obtención de clientes suelen seguir procedimientos ágiles que permitan reaccionar a la aceptación del mercado de manera flexible. En otras palabras: cómo aterrizar el go-to-market.
De algún modo, este enfoque permite tratar cada producto o servicio como un proyecto. Pero en otras ocasiones, incluso los propios equipos o las organizaciones mismas se organizan en base a proyectos.
Por eso, es importante contar con herramientas como ITM Platform, que permitan combinar ambas metodologías de forma flexible en un único portafolio.
El enfoque de Design Thinking, acuñado por la Universidad de Stanford, se parece en su objetivo al sándwich de metodologías combinadas en el sentido de aportar un proceso que permite incorporar a expertos técnicos y personal con otro tipo de formación.
Sin embargo, la orientación comercial es más clara, ya que las distintas fases son una fórmula para crear una solución a partir del público y sus necesidades.
- Inteligencia de Proyectos
Llevamos años hablando de Big Data y no parece que esta tendencia vaya a abandonarnos. Aplicada a la dirección de proyectos, la orientación a big data implica aprender, de forma creativa, a partir de toda la información de los proyectos que se recoge automáticamente durante su desarrollo. En este sentido, el salto más allá de las meras pautas estadísticas hacia la ciencia de datos creativa puede ser una dimensión muy interesante para 2017.